La sociedad la formamos los individuos al compartir una cultura que se refleja en nuestro lenguaje, forma de vestir, de interactuar con los demás…
Esta vida social no sólo es innato al ser humano, sino que además es necesario, ya que es en sociedad donde se moldea nuestra personalidad y la forma de interactuar con los demás.
A través de la vida en sociedad resolvemos necesidades como la obtención de servicios básicos como alimentación o salud, y otras como el sentirnos amados y hasta para sentirnos seguros.
En sociedades como las que estamos viviendo actualmente en los medios urbanos, vivimos muchos en sociedad, pero se está perdiendo el sentido comunitario. Es decir, estamos compartiendo espacios físicos, pero muchos ni siquiera saben cómo se llama su vecino.
Contradictoriamente vivimos una época de revolución en las comunicaciones, donde vemos personas enlazadas a través de la telefonía móvil o de medios como Internet.
En la práctica privada es común el hecho de que ahora no sabemos interactuar con los que están cerca de nosotros físicamente.
Nos estamos convirtiendo en seres con herramientas de comunicación, que no sabemos comunicarnos con quienes nos rodean.
Una propuesta es utilizar estos medios de comunicación para formar redes que no tienen fronteras, pero enriqueciendo la comunicación con los que te rodean.
Pienso que esto debería ser el objetivo de esta revolución en las comunicaciones que hoy vivimos.
