Una casa hogar se encarga del cuidado y manutención de los menores que lo necesiten. Estos niños pueden estar en esa situación por diversas causas como la orfandad o por algún otro tipo de situaciones sociales, por citar un par de ejemplos, los niños de la calle o la situación laboral de algunas madres.
En estos lugares los menores pueden ver cubiertas sus necesidades básicas como las de alimentación y cobijo, pero de manera paralela se cumple con la satisfacción de la necesidad social básica de pertenencia a un grupo, además que pueden obtener cariño y reconocimiento por parte del personal que labora en estas instituciones.
Aunque todos tenemos las mismas necesidades, es en la niñez donde más se requiere poner atención ya que estamos hablando de seres humanos en formación.
Y debe ser prioridad la atención a esta población ya que ellos serán parte de las futuras sociedades y debemos enseñarles que no deben existir sectores olvidados.
Pero iniciar una casa hogar es una tarea titánica. Personalmente me aventuro a decir que es una cuestión de vocación de servicio.
Veámoslo de esta manera: para lograr que funcione correctamente una familia integrada por 4 miembros, dos adultos y dos menores, se requiere mucho esfuerzo y trabajo.
Para quienes son padres o madres, comprenden perfectamente la labor de conseguir el dinero para satisfacer las necesidades básicas, el implementar un sistema de disciplina efectivo, el dar cariño en el momento oportuno… Y tantas cosas que conlleva un hogar. Ahora imaginemos una familia con más de 10 miembros, la mayor parte de ellos, menores. Sólo lograr la convivencia entre todos es una labor fuerte.
Entonces una casa hogar viene a ser una solución a una problemática existente en nuestras sociedades. En la ciudad de Oaxaca y sus municipios conurbados existen por lo menos 6 Casas Hogar, lo cual es un síntoma de que algo está pasando en nuestra sociedad y estamos a tiempo de mejorarlo.
